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Invitar a revisión por pares abierta
Título

El abonado de la remolacha azucarera

AutorSilván López, Antonio CSIC
Palabras claveRemolacha azucarera
Fertilizantes
Fecha de publicación1974
EditorCSIC - Estación Experimental de Aula Dei (EEAD)
Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera
ResumenLa remolacha azucarera se cultiva en climas y situaciones muy diversas de la zona templada y en Europa se extiende desde Suecia hasta el Mediterráneo, incluso con períodos vegetativos diferentes, ya que en el Norte el ciclo va de abril a fines de otoño, mientras en el Sur se puede sembrar en octubre para recolectar en el verano. (Remolacha de invierno.) En España en las regiones de Castilla y León, el Valle del Ebro, el Centro y en Andalucía oriental, el cultivo sigue el ciclo normal de Europa Central, mientras en Andalucía Occidental se puede sembrar en octubre-noviembre y comenzar a cosechar a fines de junio. En cualquier caso la remolacha tiene unas exigencias de las que depende el rendimiento en cada situación, pero como ocurre con todos los cultivos, no puede considerarse separadamente la planta del medio en que vegeta (suelo y clima) lo que constituye un sistema dinámico en el que tiene una gran importancia la fertilidad del suelo. De ésta y de las demás circunstancias climatológicas dependerá el abonado del cultivo, con el que se pretenda obtener el mejor rendimiento económico.
Conviene dejar bien patente que la utilidad de un abonado no puede medirse solamente por el aumento absoluto de cosecha que produzca, ya que su costo (fertilizante más el reparto) cuando las dosis son crecientes, llegará a no estar compensado con la mayor producción que se obtenga si se excede de la dosis rentable, diferente en cada caso. . La nutrición vegetal es un problema fisiológico complejo en el que intervienen una serie de factores, no previsibles ni fácilmente controlables, que varían de un año a otro. Además, la remolacha comercial que no es una «raza pura», ha de desarrollarse en un medio cambiante y está expuesta a alteraciones patológicas o fisiológicas que modificando sus necesidades nutritivas influyen en el proceso de transformación de los elementos asimilados en azúcar u otras substancias (metabolismo), lo que se traduce en una cosecha final variable en cantidad y calidad. Es bien conocido de los remolacheros que, aun con las mismas variedades, hay años de buenos rendimientos y cosecha de remolacha con altas riquezas en azúcar y otros medianos o malos, por causa, principalmente, de las condiciones climatológicas más o menos favorables que se hayan presentado. Por tanto, en el abonado, sólo se pueden dar recomendaciones generales cuya aplicación será tanto más eficaz cuanto mejor conozca el cultivador las circunstancias que se reúnen en su fincas, pero no hay una receta fija infalible que asegure un rendimiento deseado. Con el fin de orientar en la práctica de la fertilización, se redactan estas normas que al pretender tengan un carácter práctico, se ha procurado huir, en lo posible, de conceptos científicos que desvirtúen el objeto de esta divulgación.
Descripción24 Pags.- Figs.- Tabls.
URIhttp://hdl.handle.net/10261/132028
Aparece en las colecciones: (EEAD) Libros y partes de libros




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