Alimentos vegetales con funcionalidad probiótica para poblaciones infantiles desnutridas: Proyecto ProInfant-CYTED

Abstract

El concepto de "alimento funcional" surge en los países desarrollados en el que los consumidores demandan alimentos que, además de sus cualidades nutricionales, promuevan una mejor salud y bienestar o reduzcan el riesgo de padecer ciertas enfermedades. En el contexto de poblaciones que sufren deficiencias nutricionales crónicas, como algunos grupos de niños de estratos sociales desfavorecidos, el desarrollo de un alimento funcional, por un lado, aliviará la falta de nutrientes si la materia prima nativa seleccionada es rica en macro- y micro-nutrientes y, por otro lado, podrá mejorar el estado de salud mediante la inclusión componentes beneficiosos. El objetivo del proyecto ProInfant es desarrollar alimentos probióticos de base vegetal para aliviar deficiencias nutricionales crónicas y problemas de salud en poblaciones de niños con escasos recursos en Iberoamérica. Para ello, 73 investigadores organizados en 9 grupos de 7 países iberoamericanos (Argentina, Colombia, España, Guatemala, México, Nicaragua y Perú) junto con 2 grupos italianos asociados, trabajan en el proyecto ProInfant financiado por la organización CYTED (Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de Iberoamérica; http://www.cyted.org/). En el sub-objetivo 1 se están utilizando diversos alimentos fermentados tradicionales de América Latina (¿masato de arroz¿, ¿masa de maíz agrio¿, y ¿almidón agrio de yuca¿ en Colombia; ¿pulpa de jícaro¿ en Nicaragua; ¿masato de yuca¿ y ¿chicha de 7 semillas¿ en Perú), o materias primas vegetales (¿huauzontle¿ y agave en México) para aislar bacterias lácticas (BAL) autóctonas cumpliendo, cuando es posible, con el protocolo Nagoya que implementa el acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios derivados de su utilización según el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Estas nuevas colecciones de BAL se caracterizarán desde el punto de vista tecnológico, nutricional, seguridad de uso y potencial probiótico, determinando la capacidad de producir vitaminas, compuestos antimicrobianos y/o antagonizar patógenos humanos. En paralelo, los países del sub-objetivo 2 (Argentina, España e Italia) están implementando protocolos para, entre otros, estudiar la funcionalidad de cepas seleccionadas incluidas en una matriz vegetal mediante modeles in vitro e in vivo con el objetivo de establecer una ¿hoja de ruta¿ para el desarrollo de un alimento funcional probiótico. Finalmente, como prueba de concepto se utilizará un alimento de base principalmente vegetal que incluya una cepa probiótica, seleccionada por su capacidad para reducir la actividad de patógenos, con el que se llevará a cabo un estudio de intervención con niños desfavorecidos de Guatemala. ProInfant también se enfoca en la capacitación de recursos humanos cualificados, mediante el intercambio de personal, permitiendo que cada país pueda desarrollar en un futuro alimentos probióticos seguros y de alto valor nutricional, utilizando bacterias y vegetales autóctonos.