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Invitar a revisión por pares abierta
Título

Caracterización molecular de la S-adenosilmetionina sintetasa y de la glioxalasa

AutorEspartero, Joaquín CSIC
DirectorPardo, José M. CSIC ORCID
Palabras claveEstrés hídrico
Salinidad
Metales pesados
S-adenosilmetionina sintetasa
S-adenosilmetionina glioxalasa
Tierras de cultivo
Fecha de publicación16-ene-1996
EditorCSIC - Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS)
Universidad de Sevilla
ResumenLa productividad de las plantas está limitada por diferentes tipos de factores ambientales, entendiendo por “estrés” cualquier factor que inhibe el crecimiento de la planta. Así, el estrés debido a sequía, salinidad, carencia de nutrientes minerales, variaciones extremas de temperatura y pH, metales pesados, etc., es común en todo el mundo. Estos tipos de estrés abiótico han causado muchos problemas económicos y sociales, especialmente en países en vías de desarrollo. Según Dudal (1976), tan sólo el 10% de los terrenos de cultivo en todo el mundo está libre de estos tipos de estrés abiótico. El estrés salino y la sequía son, de todos ellos, los factores más extendidos que limitan la productividad de las tierras de cultivo. El problema de la salinización es especialmente grave en regiones áridas y semiáridas donde las escasas precipitaciones condicionan una alta dependencia del regadío, de modo que las sales (principalmente sodio) contenidas en el agua de riego no tardan en acumularse en los suelos bajo esas condiciones climáticas. Las elevadas concentraciones de sales en los suelos producen elevadas presiones osmóticas, reduciendo la disponibilidad del agua para las plantas: al mismo tiempo, iones como el sodio o el cloruro pueden ser tóxicos a elevadas concentraciones (Epstein et al., 1980).Estamos tratando con uno de los problemas más antiguos para el desarrollo de las civilizaciones. Así, por ejemplo, los registros históricos muestran cambios en los recursos agrícolas en la antigua Mesopotamia, que pasó del cultivo del trigo al de la cebada (más resistente a la salinidad) conforme el suelo fértil pero sin el drenaje se salinizó progresivamente. Pero el proceso de salinización ha seguido extendiéndose implacablemente a lo largo de la historia, y en la actualidad existen pocos países que practiquen la agricultura de regadío sin estar afectados por este problema. Se ha estimado (Christiansen, 1982) que de toda la tierra disponible para la agricultura en el mundo (unas 14*109 ha), 6*109 ha son áridas o semiáridas y aproximadamente 1*109 ha están afectadas por exceso de sales. Los terrenos basados en agricultura de regadío ocupan aproximadamente 0.23*109 ha, de los cuales un tercio parece estar afectado por salinidad (Epstein et al., 1980). En España la extensión de los suelos afectados por la salinidad se estimó en 840.000 ha hace unos años (Alberto et al., 1983), siendo las zonas más afectadas las marismas del Sur, Alicante, Murcia y Almería, así como el área delimitada por las provincias de Zaragoza, Navarra, Huesca y Lérida.
Versión del editorhttp://fondosdigitales.us.es/tesis/directores/158/
URIhttp://hdl.handle.net/10261/66334
ISBN978-8469-3591-05
Aparece en las colecciones: (IRNAS) Tesis




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