En el verano de 2011 los dos principales partidos políticos de
nuestro país se ponían de acuerdo para acometer la reforma del artículo
135 de la Constitución española. Siguiendo las recomendaciones de las
instituciones comunitarias, el precepto introducía en la norma de mayor
rango de nuestro ordenamiento jurídico reglas relativas a la estabilidad presupuestaria.
En este artículo se analiza tanto el procedimiento exprés por
el cual la reforma se llevó a cabo, en el que destacan la acumulación de
procedimientos excepcionales, la falta de consenso político y el soslayo del
debate ciudadano; así como el contenido de la misma, que supone en la
práctica una reducción del gasto público que finalmente se concreta en
recortes en servicios y prestaciones públicos, afectando negativamente a
los derechos sociales de la población.
In the summer of 2011 the two main political parties of this country
reached an agreement to introduce an amendment to Article 135 of
the Spanish Constitution. In accordance with the recommendations of the
European Union Institutions, the precept established a set of rules relating
to budgetary control to be part of the higher norm of the Spanish judicial
system. This article is an analysis of both the procedure by which this “highspeed”
amendment was carried out, pointing the accumulation of exceptional
procedures, the lack of any political consensus and the avoidance of
public debate; as well as its contents, which in practice mean a reduction
of public spending, leading to cuts in services and public welfare which in
turn undermine people’s social rights.