Sobre los medios se dice y se ha dicho mucho. Haciendo un buen barrido por el arco de puntos de vista existentes, y sus tensiones, relevamos que se ha dicho y se dice, grosso modo, algo de lo siguiente: que los medios reflejan lo real; que no lo reflejan, sino que lo construyen.
Que los medios dicen qué pensar; que no dicen qué pensar, sino en qué pensar. Que clausuran temas; que no clausuran temas, sino que los jerarquizan según agendas. Que manipulan; que no manipulan, sino que crean ambientes y climas. Que mienten; que no mienten, sino que crean realidad simplificada, clichés, percepciones preformateadas. Que influyen en sujetos pasivos; que no tienen ninguna influencia porque los sujetos son activos.
Que producen efectos inmediatos y medibles; que, en caso de que produzcan efectos, estos no son sino cognitivos, acumulativos, sedimentados en un largo alcance, impredecibles y de largo plazo. Que los medios involucran una relación directa entre instancias de emisión y de recepción; que la relación entre producción y reconocimiento (entre emisión y recepción, en clave veroniana) es asimétrica.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)