Los esteroides anabólicos androgénicos son análogos sintéticos químicamente modificados de la testosterona. Desde su descubrimiento, a principios del siglo XX, su uso se ha extendido enormemente en el deporte profesional, y de forma más preocupante, en los adolescentes y adultos jóvenes. Ciertos valores culturales actuales marcan una línea temática que puede desembocar en el consumo de dichas sustancias. El consumo de esteroides anabólicos representa un problema de salud pública. Los efectos secundarios se han documentado extensamente, afectando a multitud de aparatos y sistemas. Dentro de los más relevantes, podemos mencionar los efectos adversos a nivel cardiovascular, psicológico, hepático, reproductivo, neuro-cognitivo, genético y musculo-esquelético. A pesar de los hallazgos evidenciados, muchos de ellos irreversibles, son necesarios nuevos estudios que otorguen mayor conocimiento en la materia.