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K. Josu Bijuesca, Pablo A. J. Brescia (eds.), Sor Juana y Vieira, trescientos años después

[compte-rendu]

Fait partie d'un numéro thématique : Senteurs et saveurs d'Amérique latine
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200 Comptes rendus

K. Josu BIJUESCA, Pablo A. J. BRESCIA (eds.).- Sor Juana y Vieira, trescientos años después.- Anejo de la revista Tinta, University of California, Santa Barbara, USA, (Center for Portuguese Studies, Department of Spanish and Portuguese), México, 1998.- 193 p.

La obra de Sor Juana, al igual que la de contados escritores como Cervantes, cuya genialidad no sólo resiste la interpretación múltiple sino que, de hecho, la exige, se ha visto en el centro de atención de especialistas durante las últimas décadas, gracias al descubrimiento tanto de obras antes desconocidas de la genial «ave fénix» de la poesía, como de documentos relacionados con sus detractores, editores y protectores, que mucho nos aclaran sobre sus últimos años y, de manera especial, sobre esa obra que tanto interés ha despertado lo mismo entre filólogos que historiadores, filósofos y teólogos, de entonces y de ahora : la Crisis sobre un sermón, mejor conocida como Carta Atenagórica.

El libro que nos ofrecen Josu Bijuesca y Pablo Brescia, Sor Juana y Vieira, Trescientos años después recoge los trabajos del coloquio internacional que tuvo lugar el 6 de junio de 1997 en la Universidad de California, Santa Bárbara.

Para presentarlo es indispensable empezar por mencionar que en sus páginas finales aparece, en edición bilingüe, la Carta de Seraphina de Christo, según la trascripción y edición de Elias Trabulse, quien ha publicado diversos estudios fundamentales sobre ese texto.

Y hay que comenzar por ese final, porque la Carta de Seraphina de Christo constituye la piedra de toque de una parte importante de los trabajos incluidos en el libro.

Sin entrar en la polémica que ha desencadenado la atribución de este texto a Sor Juana, un tema que ya ha sido objeto de innumerables discusiones, lo que interesa subrayar es que se trata de un documento que arroja una luz necesaria para la comprensión cabal de la trayectoria intelectual de Sor Juana.

La Carta de Seraphina de Christo nos dice Elias Trabulse en su artículo «El silencio final de Sor Juana» fue escrita por Sor Juana el 1 de febrero de 1691, en San Jerónimo. Dirigida al obispo Fernández de Santa Cruz, editor de la Carta Atenagórica, Sor Juana revela en ella que su contrapropuesta filosófico-teológica sobre cuál había sido la mayor fineza de Cristo, de tan importantes consecuencias para ella, no tenía como blanco a Vieira, autor del Sermón del Mandato, sino a otro «soldado» de las milicias de Cristo, su ex confesor, el jesuíta Núñez de Miranda, autor del Comulgador Penitente de la Puríssima (Puebla 1690), texto que proponía, al igual que el texto de Vieira, una tesis particular sobre la mayor fineza de Cristo la cual, para este último, sería la institución de la Eucaristía.

Trabulse nos obsequia un cuidadoso y revelador análisis de los sucesos que habían de definir el cauce de los años finales de Sor Juana. Parte de enero de 1691, fecha del sermón de Palavicino defendiendo a Sor Juana y calificándola de «florido ingenio aclamado en Europa», para' llegar a febrero de 1694, cuando es ingresado al Santo Oficio por culpa de esa defensa, fecha que coincide con la de la firma de Sor Juana de uno de los cinco documentos que marcan su «conversión» final : su Profesión defey reiteración de los votos monásticos.

Considerado un período de silencio para Sor Juana, Trabulse aclara que resulta ser, de hecho, un tiempo de importante actividad editorial y creativa para ella, ya que en esos años prepara y envía a España para su publicación el tercer volumen de sus obras, en el que incluye la controversial Carta Atenagórica. El libro llega a sus manos en 1693, año en el que se inicia la causa secreta en su

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