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Título
Cómo ayudar a los “aprendices de profesor” a desarrollar un programa de intervención en dificultades de lecto-escritura desde un enfoque de aprendizaje auto-regulado
Autor(es)
Palabras clave
Aprendices de profesor
Preparación de profesores
Intervención en lectura
Aprendizaje auto-regulado
Mentoring
Clasificación UNESCO
5802.07 Formación profesional
Fecha de publicación
2012
Editor
Ediciones Universidad de Oviedo
Citación
Ciga, E., Sánchez, E., Rueda M.I., García, M.E., Tillema, H. (2012). Cómo ayudar a los “aprendices de profesor” a desarrollar un programa de intervención en dificultades de lecto-escritura desde un enfoque de aprendizaje auto-regulado. En : J.A. González-Pienda; C.Rodríguez; D.Álvarez; R.Cerezo; E. Fernández; M. Cueli;T. García, E.Tuero y N. Suárez (coords.), Learning Disabilities: Present and Future. Oviedo: Ediciones de la Universidad de Oviedo
Resumen
[ES]La intervención en dificultades de lecto-escritura desde un enfoque de aprendizaje auto-regulado exige una enseñanza sofisticada. No se puede olvidar, asimismo, que los que enseñan también requieren ser ayudados para que desarrollen apropiadamente esta intervención. Ahora bien, ¿cuánta y qué tipo de formación necesitan?
Estudiamos dos experiencias de formación dirigidas a instruir a un grupo de “Aprendices de Profesor” (AP) en el modelo de intervención en dificultades de lecto-escritura. Ambas experiencias duraron 6 meses y se caracterizaron por las condiciones de: instrucción (seminario de 20 horas), intervención real con alumnos (durante un periodo de 5 meses), y reflexión sobre la práctica (sesiones de “mentoring” a lo largo de la intervención).
Los resultados del primer estudio, en el cual analizamos las prácticas instruccionales de 10 “AP” de la primera experiencia, principalmente indicaron que las estrategias del modelo de intervención resultan ser difíciles de promover. Solo 2 “AP” consiguieron llevar a cabo el patrón instruccional “modelo” durante toda la intervención. Sin embargo, los propios “AP” creyeron estar implementando las estrategias mejor de lo que realmente lo hicieron.
En la segunda experiencia (2º estudio) se proporcionó una formación con unas condiciones similares a las anteriores solo que esta vez, gracias al conocimiento de las trayectorias y dificultades de aprendizaje de los “AP” de la primera, los formadores (en las sesiones de “mentoring”) se preocuparon especialmente por suscitar en los “AP” la toma de conciencia de sus dificultades. Esta vez 9 de los 13 participantes se situaron en un patrón consistente con el modelo.
Registrada esta mejoría, en un tercer estudio analizamos las sesiones de “mentoring” de ambas experiencias (10 de cada una) para estudiar y comparar el tipo de andamiaje desplegado. Los resultados revelaron que las sesiones de la primera experiencia fueron más simples (se centraron en revisar las prácticas y concretar las acciones futuras), mientras que las de la segunda fueron más complejas (aparte de revisar las prácticas realizadas y concretar las nuevas, se reflexionó críticamente sobre las prácticas y dificultades). Además, las prácticas y dificultades asociadas con el modelo fueron más discutidas en las sesiones de la segunda experiencia, y en éstas también los “AP” participaron más.
En esta comunicación únicamente vamos a presentar los datos del primer estudio, en donde se destaca que las prácticas instruccionales del modelo de intervención estudiado son difíciles de implementar.
URI
ISBN
978-84-8317-936-9
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