Compartir
Título
“Los adverbios evaluativos emotivo-afectivos: la formación del paradigma”, en María Pilar Garcés Gómez (ed.), Los adverbios con función discursiva: procesos de formación y evolución, pp. 65-107.
Autor(es)
Palabras clave
marcadores
Conectores
Adverbios
Lexicografía
Historia de la lengua
Semántica
Diccionarios
Definición
Diacronía
Acepción
Corpus
Latín
Etimología
Clasificación UNESCO
5506.14 Historia de la Lingüística
57 Lingüística
Fecha de publicación
2013
Editor
Iberoamericana, Vervuet
Serie / N.º
Lingüística Iberoamericana, vol.57;
Resumen
El adverbio es una categoría compleja y heterogénea. Frente a los adverbios descritos por la gramática tradicional, la lingüística textual y la pragmática llamaron la atención sobre aquellos que no complementan al verbo, sino que afectan al hecho mismo del acto de comunicación (oracionales) y que constituyen una amplia nómina de elementos periféricos respecto de la predicación. La finalidad del trabajo, es conocer cómo surgen y cómo se desarrollan estas unidades, de modo que podamos comprender mejor su funcionamiento actual (el conocimiento diacrónico es condición sine que non para un científico conocimiento sincrónico). Este trabajo se ocupa de la formación del paradigma del grupo de adverbios emotivo-afectivos. Me centro en el momento en el que tiene lugar el cambio del uso gramatical al uso textual y de su relación con las perífrasis de las que proceden o con las que alternan en el uso (Es una suerte que, es lamentable que) o de construcciones sinónimas (Menos mal que, gracias a Dios que…). Es un estudio histórico de 28 adverbios y locuciones adverbiales: de los que 7 son nucleares (es decir uno de cada cuatro): 3 clásicos (por suerte y felizmente; y por desgracia, en los negativos) y 4 modernos (por fortuna y afortunadamente en los positivos; y lamentablemente y desgraciadamente, en los negativos). Los medievales y los últimos son periféricos. Vemos cómo los diferentes elementos mantienen diferentes relaciones entre sí, en un juego curioso dentro del sistema que va adecuándose a una expresión cada vez más refinada (Por suerte (XVI), en ámbito positivo, va a imponerse por ejemplo a los anteriores por ventura (XIV) y por dicha (XV), que seguirán siendo marginales; felizmente (XVI) se impuso a venturosamente y dichosamente (también clásicos) y entró en disputa con el más tardío afortunadamente (XIX), que había surgido favorecido por la frecuencia su locución por fortuna (XVIII). Casi siempre el uso oracional es posterior al uso modal. Este trabajo se enmarca en el proyecto Adverbios y locuciones adverbiales (FFI2010-15154Y) dirigido por la profesora Mª Pilar Garcés. Como en los trabajos sobre los conectores, se puede decir que ahora tenemos un conocimiento más científico y refinado de algunas de las palabras que sustentan la estructura pragmática de los enunciados lingüísticos.
URI
ISSN
978-3-95487-326-5
Aparece en las colecciones